Es mucho lo que se ha dicho y se ha escrito sobre el Padre Luis Ugalde, SJ. Sobre todo en los últimos meses, al cesar en sus funciones como Rector de la UCAB. Sin embargo, todo lo que se diga sobre él no será suficiente para describir la trascendencia de su obra en Venezuela. Los venezolanos le debemos eterna gratitud a este compatriota nacido en el País Vasco, quien a los diecisiete años se despidió de su familia para siempre y al adoptar nuestra patria como la suya, ha sembrado luces, esperanzas y valores.
El jueves pasado tuve el honor de ser invitada a un almuerzo en homenaje suyo organizado por el Espacio Anna Frank. La oradora de orden fue Paulina Gamus, quien una vez más demostró ser una de las intelectuales más brillantes de este país. Sus palabras fueron descriptivas e ilustradoras, ejemplarizantes y sentidas. Quiero compartir con ustedes parte de ellas.
Paulina evocó la foto que hace unos meses publicó El Nacional en la que aparece el Padre Ugalde tomado de ambos brazos por jóvenes universitarios. Esa imagen "es un honor que corresponde sólo a quien tiene un liderazgo genuino".
Paulina hizo suyas las palabras del Premio Nobel Eli Wiesel, sobreviviente de Auschwitz:
"Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo contrario de la belleza no es la fealdad, sino la indiferencia. Lo contrario de la fe no es la herejía, es la indiferencia. Lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia ante la vida y la muerte".
Y es que el Padre Ugalde es uno de los grandes protagonistas de la lucha cívica de estos tiempos borrascosos, porque nada le ha sido indiferente. Estoy segura de que los hijos de nuestros nietos y todos los que vengan después, conocerán por sus libros de historia de Venezuela que a finales del siglo XX y principios del XXI ese sacerdote jesuita luchó con toda su energía y su talento, su alma y su corazón, para que nuestro país se consolidase como una democracia verdadera, se eliminasen las injusticias, se instaurase la paz y hubiese prosperidad para todos.
Quiero terminar con las palabras de Paulina citando a Shimón el Justo en el Pirkei Avot, el Libro de los Padres: "El mundo se alza sobre tres pilares: el estudio, el servicio divino y los actos de bondad". Se alza, precisamente, sobre personas como el Padre Ugalde.
lunes, 11 de octubre de 2010
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Estimada Carolina
ResponderBorrarTengo que agradecerte por tus hermosos artículos, no solo el relacionado al padre Ugalde, quien forma parte de los tres pilares mencionados, sino también por tu constancia en resaltar lo hermoso que existe en el ser humano, sus valores, sus bondades y luchas por ayudarnos a todos a ser verdaderamente libres.
Querida Carolina,
ResponderBorrarQue lindas palabras para con el padre Ugalde. La verdad hay que reconocer a los heroes de esta Venezuela moderna que al igual que tu no permanecen indiferentes.
Recibe un abrazo,
Maria Cristina