lunes, 1 de marzo de 2010

Os queremos muito

Carolina Jaimes Branger // Os queremos muito
01/03/10

"Venezuela le debe mucho a la inmigración gallega, ejemplo de trabajo y decencia"
Escribo este artículo desde uno de los sitios más bellos que he visto en mi vida: el estuario de la ría en Vigo, entre las islas Cíes y el Estrecho de Rande, en Galicia. Me asomo a la ventana de mi cuarto y veo un paisaje tan hermoso que me hace entender con absoluta precisión la morriña que sienten los gallegos cuando están lejos de su tierra. En la costa del frente se encuentra Bueu, un pequeño pueblo donde vivió Rómulo Gallegos durante el exilio.

Nuestros anfitriones son Francisco y Berta Rodríguez, gallegos venezolanos, o mejor dicho, venezolanos gallegos, dueños del hotel Pazo Los Escudos. No exagero al decir que es el mejor hotel en el que me he hospedado toda mi vida: una combinación de dos edificaciones, una que evoca los antiguos pazos medievales y otra un edificio ultramoderno, rodeada por una muralla que tiene tallados en piedra los escudos del antiguo Reino de Galicia; el hotel se ha convertido en uno de los iconos del lugar, pues es el único hotel de cinco estrellas en Vigo. Y el compartir con esos queridos amigos, paradigmas del inmigrante íntegro, trabajador y honrado que llegó desde Galicia a Venezuela a mirar otros horizontes, encontrar otras oportunidades y tejer otros sueños, es una bendición.

Pienso en lo mucho que los venezolanos le debemos a la inmigración gallega. Del ejemplo de trabajo duro y tesonero que han realizado y que tanta falta hace hoy en día, cuando los estándares se han trastocado tanto. De lo bien que se amalgamaron dentro de nuestra sociedad y de lo muy venezolanos que se sienten.

Las provincias de Galicia son Orense, Pontevedra, Lugo y La Coruña, pero en Venezuela tenemos una más: la Candelaria. En general, todo el sector de Parque Carabobo en Caracas.

"Quiero morirme en Venezuela" nos dijo Francisco, confesión que nos dejó absolutamente conmovidos. Que le quieran a uno la patria es como que le quieran a uno un hijo, algo que conmueve, algo que toca el corazón desde muy adentro, algo que se agradece.

Por eso aprovecho para decirle a los gallegos de mi patria, desde su bella patria, viendo su tierra, oliendo su mar, sintiendo el calor de su gente, gracias queridos galegos por seu amor por Venezuela, nos tamén os queremos muito.

carolinajaimesbranger@gmail.com