Hace tiempo que no me pegaba una cadena presidencial completa. Es más, la cadena terminó y puse el canal 8 para seguirlo viendo. Desencajado, cantinflesco. Explicando lo inexplicable. Furibundo.
Y es que aunque bravuconee con que va a profundizar la revolución, aunque amenace -y cumpla algunas de esas amenazas, en particular contra más de cinco millones de “oligarcas” que votaron en su contra- el cerco que él mismo ha construido a su alrededor cada vez es más pequeño. No se puede ir contra la ley de la gravedad: todo lo que sube, baja. Y nada es eterno. Hasta las más sofisticadas trampas, más tarde o más temprano, salen.
La MUD –que irrespetuosamente el Presidente llama la “Mesa de la Ultra Derecha”- sacó sola, solita, más votos que el PSUV. Y los del PSUV tienen 33 diputados más. La pregunta de la periodista Andreína Flores se caía de madura. Y el Presidente no la respondió. No podía responderla, porque responderla hubiera sido dejar en evidencia ante el mundo que su tan cacareada y profunda democracia no es tal, pues aquí la minoría escogió a la mayoría. Entonces optó por cayapear a la joven. Hasta puso a un periodista a “ayudarlo” (¿buscaba acaso que la cámara no lo enfocara para que le pasaran una chuleta?)… Pero Andreína es un palo de mujer y no se dejó. “Eso no pasa sólo aquí”, terminó diciendo un enredadísimo Chávez. Es verdad. Pasa en su muy detestado “imperio” y en el Chile de ¡Pinochet! Cuando hay necesidad, hay que echar mano hasta de la extrema derecha.
Leí una explicación sobre la anticonstitucional redistribución de circuitos en http://esdata.info/Salamandra-1 No se la pierdan. Impecablemente descrita, clara, inequívoca. Si usted no ha entendido por qué la MUD dice que ganó, no deje de verlo.
Chávez tiene dos caminos: uno, rectificar. Pero como bien apunta Andrea Tavárez “él no rectifica, sino que retrocede”. “Repliegue”, lo llama él. Dos, seguir ahondando en su anacrónica e inviable revolución. Si esto pasa, las elecciones de 2012 no las gana ni con magia.
Si algo quedó demostrado es que los venezolanos somos demócratas, queremos vivir en paz, estamos hartos de la confrontación y de la violencia y no queremos reparto de pobreza sino creación de riqueza.
El resultado de todo este tejemaneje -y de las elecciones- es que a candanga se le acabó la pachanga.
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Buen artículo, aunque según como lo vi, la cosa no quedó ni muy blanca ni muy negra, es algo tan sencillo como que Hugo pierde en las capitales (más pobladas) pero gana holgadamente en la periferia, y al final, los diputados de la periferia son mayoría (aunque sean elegidos por el menor número de votos. Además, una elección parlamentaria donde el representante se elige en circunscripciones, por lo que el total de votantes a nivel nacional no siempre coincide con la mayoría parlamentaria, no es primera vez que pasa y a ocurrido incluso en un país tan democrático como los Estados Unidos. La gran diferencia si puede estar relacionada en parte al Gerrymandering, sin embargo, esta tesis se cae en el estado Zulia principalmente por la gran diferencia de votos a favor de la MUD en sectores antichavistas. Otro elemento a considerar es que una elección parlamentaria no será nunca igual a una presidencial principalmente cuando el mismo Hugo es candidato, quien no ha perdido una elección, ni siquiera en el hiperopositor estado Zulia
ResponderBorrarEn la elección celebrada en Gran Bretaña en el año 1974 los Laboristas obtuvieron más del 80% de los escaños del Parlamento, a pesar de que sólo consiguieron el 49% del voto del electorado. En Jamaica hace 15 años el partido de Michael Manley, con apenas el 56% del voto del electorado, obtuvo el 100% de las bancas en el Congreso. Y en la elección celebrada en Estados Unidos en el año 2000, Al Gore obtuvo 69.456.897 votos, mientras que George W. Bush sacó sólo 59.934.814 votos; no obstante, a pesar de que Gore obtuvo 9.522.083 votos más que Bush, fue éste quien resultó electo presidente. ¿Porqué? Porque así es como funciona el voto uninominal (porque “the winner takes it all”).
ResponderBorrarPero sí quiero que tengas presente que en Venezuela el voto uninominal fue incorporado a la Constitución de 1999 por proposición de la derecha oligárquica en la Constituyente (por boca de Jorge Olavarría y de Allan Brewer Carías), que así veía coronados sus esfuerzos en ese sentido, iniciados diez años antes por CEDICE en una histórica emisión del programa “Primer Plano”, en el que Marcel Granier y Uslar Pietri hablaron horrores del “votar por colores” y nos vendieron las maravillas del voto uninominal, en desmedro del voto proporcional (que es el llamado “voto Lista”).