El presidente de la Comisión de Finanzas de la AN, diputado Ricardo Sanguino, dijo la semana pasada que “la productividad del país tocó fondo en el primer trimestre de este año”.
¿Será verdad que el diputado cree eso? Me cuesta digerirlo, pues si algo deberíamos haber aprendido los venezolanos es que siempre podemos estar peor.
En 1974 creímos haber tocado fondo cuando se reanudaran las relaciones con Cuba, en abierta oposición a la doctrina Betancourt. Hoy entregamos en bandeja de plata (¿o debiera decir “en bandeja de petróleo”?) el país entero a los cubanos.
Creímos haber tocado fondo cuando en nuestra Venezuela Saudita la millonada de dólares que nos entraba era malgastada sin control. Agarre hoy el presupuesto de cualquier institución gubernamental y después opine.
En 1978, cuando Luis Herrera Campíns preguntó que dónde estaban los reales, creímos haber tocado fondo al saber que se habían esfumado. Hoy las demostraciones de riqueza de la mayoría de los altos –y no tan altos- jerarcas del régimen “de los pobres” están descaradamente a la vista de todos.
En 1978 creíamos haber tocado fondo cuando supimos del sobreprecio del “Sierra Nevada”, que creímos la peor corrupción en la historia del país. Hoy cualquier maletín deja pálidas las cifras del barco frigorífico.
Ese mismo año pensábamos haber tocado fondo con un presidente como Carlos Andrés Pérez. Hoy millones de quienes pensamos eso sabemos cuán equivocados estábamos.
En 1988 creímos haber tocado fondo por la vergüenza de que en Venezuela mandaba la amante del presidente. Hoy deberíamos sentirnos abochornados de que nos mande un cubano.
Creímos también haber tocado fondo por lo que Francisco Kerdel bautizó como “la diáspora del talento”. Hoy, más de la mitad de los jóvenes de todos los estratos sociales se quieren ir porque no ven futuro aquí.
En 1996 creímos haber tocado fondo cuando se apresó al astrólogo José Bernardo Gómez por vaticinar la muerte de Rafael Caldera. ¿Qué piensan hoy de la condena a la juez Afiuni?
Y en 1978 creímos haber tocado fondo con cifras que superaban los 4 mil homicidios al año. En 2009 sobrepasamos los 13 mil.
Por haber creído que habíamos tocado fondo, Chávez es presidente.
Diputado Sanguino: el fondo no tiene fondo.
Doña Carolina toca unos temas que realmente me impulsan comentar. Fui un crítico muy duro de los vicios de la Cuarta República, pero ahora reconozco que quienes formaron parte de su plantilla política eran “niños de pecho” en lo que a mediocridad y corrupción se refiere. Fue peor el remedio que la enfermedad. Por experiencia estoy convencido de que a ningún político se le puede dar “Carta Blanca” porque precisamente ser político no es una condición sobrehumana ni implica tener una patente de corso para hacer lo que le venga en gana. Y, de paso, muchos de ellos adolecen de la preparación necesaria para desempeñar cargos públicos, parte de la cual debería ser precisamente una Ética férrea. Los pasados once años han sido el ejemplo patente de un camino errado. La Cuarta República pudo haber sido mejor y precisamente el no haberlo sido nos ha conducido a las actuales condiciones. Pero, como expresé antes, fue peor el remedio que la enfermedad… Y, citando las palabras de un apreciado instructor, “el desenlace de un camino errado es devolverse y hacerse de nuevo en forma correcta”. Sería demasiado prolijo dar ejemplos de esto. Pero – como dijo un gran amigo en relación a este mismo tema - parece que hay muchos a quienes “les gusta cavar después de llegar al fondo”...
ResponderBorrarQuiero añadir unas palabras sugeridas por el tema, expresadas al publicar en mi BLOG personal los comentarios anteriores, acerca de un Maestro a quien respeto mucho. Su bonhomía es proverbial y tan grande como su profunda sabiduría tanto en el ámbito científico como en el ámbito del quehacer humano corriente. Me contó hace muchos años acerca de su traumático divorcio (situación de la que puedo dar fe por experiencia propia), en el cual prácticamente “se fue al piso”. Podría ser un hombre amargado, pero no lo es. Aceptó lo sucedido como algo que es parte inseparable de la vida, algo que es uno con ella: lo cíclico, admirablemente simbolizado por la carta “La Rueda de la Fortuna” del TAROT. Culminó el relato con las siguientes palabras: “Rubén, cuando toqué fondo fue cuando comencé a subir.” Aquí conviene esa frase impresionante del general George S. Patton: “El éxito es cuan alto rebotas cuando tocas fondo.” De todo esto puede colegirse que llegar al fondo no es el fin de todo sino el comienzo del camino de vuelta hacia la excelencia. Claro, puede ahorrarse mucho dolor “rebotando” antes de llegar; pero esto necesita de una toma de consciencia. ¡Ojala que ésta se produzca y que el pueblo de Venezuela lo haga valer el próximo septiembre! ¡Pueblo, despierta!
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