lunes, 28 de diciembre de 2009

Para botar por la ventana

Carolina Jaimes Branger // Para botar por la ventana
28/12/09

"Mantengo la esperanza de que algún día, todo esto saldrá volando por la ventana"
Este es el undécimo año en el que, siguiendo una sana costumbre italiana, "boto por la ventana" todo lo que no sirve, para empezar el año con el país limpio.

Este año, nuevamente, boto por la ventana a todos los caudillotes, caudillos, caudillitos y caudillejos, sean del signo que sean. Es increíble que revivamos la inempeorable experiencia del siglo XIX, en pleno siglo XXI. Boto también al socialismo del siglo XXI por imposible, ineficiente e hipócrita.

Boto a la inseguridad y a la ineptitud del gobierno en ponerle coto a los asesinatos diarios, cuyas relaciones parecen partes de guerra. Y si es que el gobierno no tiene la voluntad de ponerle coto, boto también al horror que significa la inseguridad como política de Estado.

Boto a la grosera danza de millones de funcionarios del régimen, sus familiares y testaferros. Boto a quienes se han hecho los locos ante los despliegues de enriquecimiento súbito, derroche y nuevorriquismo, sólo porque son protagonizados por "revolucionarios".

Boto al abuso de autoridad para implantar un sistema socialista que rechazamos la mayoría de los venezolanos.

Boto a la decisión que cerró 34 emisoras de radio y 2 más de TV.

Boto a las expropiaciones anticonstitucionales, arbitrarias, ilegales, al deseo de acabar con la propiedad privada y a la imposibilidad de los afectados defenderse en tribunales.

Boto a los funcionarios arrodillados ante el Presidente de la República. Boto a los hipócritas, cobardes y vendepatria.

Boto a la sumisión al gobierno cubano y a Fidel Castro, en particular a los militares que han puesto de lado su juramento de honor. Boto al doble discurso de alegar soberanía cuando las críticas vienen de "otros" países.

Boto a las amenazas de guerra a un país hermano como Colombia y a las groserías e insultos a un país amigo y principal cliente como los Estados Unidos.

Boto a quienes sabiendo que vamos a un despeñadero, optan por seguir apadrinando al régimen sólo por los negocios que están haciendo. Y boto a los opositores que sean factor de división en un momento tan crítico.

Boto a las presiones, los chantajes, las matracas, las cayapas y a todos los abusos de poder, empezando por las cadenas presidenciales.

Mantengo la esperanza de que cuando salgan volando por la ventana, por la puerta entrarán el bienestar, el desarrollo y la paz.

carolinajaimesbranger@gmail.com

lunes, 21 de diciembre de 2009

Querido Niño Jesús

Carolina Jaimes Branger // Querido Niño Jesús:
21/12/09

"Mi petición este año es que nos ayudes a cambiar nuestros paradigmas"
Hace una semana te llegó por allá un amigo mío que se llama Manuel Bermúdez. Estoy segura de que están arrepentidos de no haberlo llamado antes, pues lo deben estar pasando muy bien con su conversación encantadora, sus comentarios pícaros y su discurso lleno de sabiduría.

Yo he estado pensado en todo lo que te he pedido que me traigas todos estos años, y también en todo lo que te he pedido que te lleves. Como ni me has traído y tampoco te has llevado nada de lo que te he pedido, me he puesto a pensar por qué ha pasado eso. Y he llegado a la conclusión de que para que esas felices circunstancias se den, aquí hay que cambiar muchas cosas. Y menos mal que está Manuel allá contigo para que te lo explique. A fin de cuentas, él es el señor de las palabras.

¿Cómo vamos a prosperar aquí, Niño Jesús, si vivimos en un perenne barranco? Nos pasamos de la raya en todo, pero nos quejamos si son otros quienes se pasan. El bochinche es una de nuestras características más marcadas y a quienes cumplen las normas los consideramos pendejos (y eso por no usar otra palabra aún más adecuada).

Aquí los ñángaras viven como capitalistas y muchos capitalistas hacen negocios con los ñángaras, sin ningún problema. Negocio mata principio. Ciertas autoridades practican sin vergüenza la matraca, y otros tantos ciudadanos -que se quejan de esta situación- son los primeros en matraquear.

Dile a Manuel que te cuente, Niño Jesús, que aquí el despelote es una manera de vivir y siempre hay un pasao que se colea, un rolo e'vivo que le saca punta hasta a una bola de billar, un tracalero que no tiene piedad ni con su propia familia y un tiquismiqui que destroza la reputación de cualquiera que le pase por delante.

Manuel te explicará con detalle y encanto, como cuando leía las actas de las reuniones de la Academia, que nada va a cambiar mientras no erradiquemos de nuestro interior al malandro, al pantallero, al cobero, al mentiroso (por respeto no te digo cómo le decimos aquí), al manguareante, al metiche, al echón& a todo lo que nos parece fu en otros, y somos incapaces de ver en nosotros mismos. Por supuesto que cuando esas condiciones se dan en quienes tienen el poder, el daño que hacen se potencia.

Te pido entonces que nos ayudes a cambiar. Y a Manuel mándale un abrazo, y reitérale lo mucho que lo vamos a extrañar.

carolinajaimesbranger@gmail.com

lunes, 14 de diciembre de 2009

¡Hazte el trujillano!

Carolina Jaimes Branger // ¡Hazte el trujillano!
14/12/09

"Nos hacemos los trujillanos "por ahora" y nos sentamos a esperarlos en la bajadita"
En la contestación al discurso de incorporación del doctor Carlos Pacheco Pacheco como Individuo de Número a la Academia Venezolana de la Lengua, el académico Luis Barrera Linares hizo una graciosa alusión a la condición de trujillanos de ambos:

"Como decía mi madre, una cosa es que algunos descendientes de andinos parezcamos a veces reservados y otra que eso signifique que no estamos atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor. De allí que, ante la presencia a veces perturbadora de personas engreídas, fanfarronas, adulantes o "superdotadas", en mi familia inmediata tengamos el hábito de decirnos, "déjalo ser, hazte el trujillano"

Todos nos reímos ante la ocurrencia, pero de regreso a mi casa pensé que eso de "hacerse el trujillano" hoy en día es una absoluta necesidad para no morirse de la rabia cuando el Gobierno lo toma a uno por imbécil. Pero además "hacerse el trujillano" es un excelente alimento para la paciencia que se requiere para esperar tiempos mejores.

Para que entiendan a qué me refiero, voy a ilustrarlo con unos ejemplos:

Cuando el presidente Chávez asegura que es apenas ahora que se ha dado cuenta - después de once años- que los más "ricachones" son los de su bando, ¡hazte el trujillano!

Cuando a ciertos aliados del Gobierno les "cae la locha" (¡finalmente!) de que esos banqueros se enriquecieron porque "alguien" del Estado facilitó esos procesos, ¡hazte el trujillano!

Cuando declaren que es la oposición la que promueve los disturbios, ¡hazte el trujillano!

Cuando le echen la culpa de todos nuestros males al "imperio", al capitalismo o a los paramilitares colombianos, ¡hazte el trujillano!

Cuando digan que han cumplido todos los compromisos laborales, ¡hazte el trujillano!

Cuando destituyan o pongan presos a jueces cuyas decisiones no les convienen, ¡hazte el trujillano! Cuando te manden a bañar en tres minutos y con totuma, y que lo raro no sea que la luz se vaya, sino que venga, ¡hazte el trujillano!

Cuando se habla de guerra con Colombia y en la base aérea de La Carlota lo que montan es un tremendo circo, hasta con tigres que vuelan ¡hazte el trujillano! Sí, hazte el trujillano. Porque haciéndonos los trujillanos, sacamos a relucir la zamarrería andina, tomamos nota y los esperamos en la bajadita. Y es que no hay mal que dure cien años& ¡ni trujillano que lo resista!

carolinajaimesbranger@gmail.com

lunes, 7 de diciembre de 2009

"Misión Trudy"

Carolina Jaimes Branger // "Misión Trudy"
07/12/09

"Usted me ha enseñado que se puede cambiar el mundo", le dijo una conmovida joven
La conocí hace cinco años, cuando la entrevisté por primera vez. Cuando ella comenzó a hablar, hice silencio, un reverencial silencio. Y unos minutos más tarde, cuando tuve que enviar a comerciales, la voz no me salió: las lágrimas no me lo permitieron. Y ella, entera, fuerte, valiente.

Su nombre es Gertrude Spira, pero quienes la queremos le decimos simplemente Trudy. A los doce años, Trudy sobrevivió al campo de concentración de Auschwitz, y desde entonces ha emprendido una misión, "Misión Trudy" como ella la llama, de divulgar los horrores que vivió para evitar que vuelvan a suceder, en cualquier parte, en cualquier momento, por cualquier motivo.

Hace unos días, el profesor Manuel Barreto organizó unas jornadas en la Universidad de Carabobo como colofón del concurso convocado por esa casa de estudios y el Espacio Anna Frank. Las charlas giraron en torno al Holocausto y su motivo principal era dar a conocer los hechos a jóvenes estudiantes de los últimos años de bachillerato y también universitarios.

Yo tuve el honor de haber sido invitada a presentar a Trudy, quien se dirigió al grupo de cuarto año del Colegio Idea de Valencia. Los muchachos escucharon a Trudy durante casi tres cuartos de hora. Guardaron un elocuente silencio y muchos de ellos lloraron.

Trudy contó su historia sin omitir detalles. Relató cómo se llevaron primero a sus abuelos, a quienes nunca mas volvió a ver. Describió cómo ella, sus padres y hermano sobrevivieron en la clandestinidad hasta que los nazis los descubrieron porque su papá y hermano estaban circuncidados. Cómo su papá, sabiendo el horror que les venía, en el tren hacia Auschwitz les cantó, los animó y les reiteró infinidad de veces cuánto los amaba. Este amor les sirvió para sobrellevar el trauma que vivieron. Trudy narró su encuentro con el carnicero Mengele. El tatuaje del número en su brazo derecho. Describió la marcha hacia la muerte, la liberación, su regreso a casa, sin saber qué había sido de su familia.

"No siento odio" fue su frase más impactante. Los muchachos, admirados, la rodearon. Se tomaron fotos con ella. "Usted me ha enseñado que se puede cambiar el mundo", le dijo una conmovida joven.

Es verdad, el mundo se puede cambiar para bien cuando se actúa movido por el amor, como Trudy en su misión.

carolinajaimesbranger@gmail.com